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La formación aeronáutica, perspectivas regionales y nacionales

Resumen

En este breve ensayo se aborda la formación aeronáutica, considerando que es un componente de vital importancia para la industria de la aviación, la cual se sustenta en equipos y procedimientos que, por su nivel de sofisticación, precisión e impacto en las operaciones, deben ser manejados de manera óptima, por personal competente, hábil y dispuesto a ofrecer el mejor servicio, respetando las normativas y con conocimiento pleno sobre las consecuencias de sus acciones e inacciones. En tal sentido, el sector aeronáutico a nivel mundial ha reconocido como retos de atención impostergable, no solo la elevación de los estándares de formación, sino también la necesidad de atraer, educar, integrar y motivar para su retención en el sector, a una nueva masa de profesionales que garanticen la disponibilidad de recursos humanos competentes y suficientes para enfrentar el crecimiento proyectado de la aviación.

En la República Dominicana, el Instituto Dominicano de Aviación Civil, a través de la Academia Superior de Ciencias Aeronáuticas, ha estado gestionando desde el año 2008, en coordinación con entidades internacionales aliadas, las necesidades de capacitaciones nacionales y regionales, logrando un posicionamiento estratégico, como entidad asesora y proveedora de entrenamientos aeronáuticos de alta calidad, lo cual se evidencia en las certificaciones obtenidas, en las que se reconoce a ASCA su acreditación como entidad de calidad bajo Normas ISO y adicionalmente su estatus de Centro Regional de Excelencia en la Instrucción, avalado por la OACI.

La aviación es una industria muy dinámica y dependiente de la investigación y el desarrollo de tecnologías y procedimientos que garanticen la seguridad y sostenibilidad de las operaciones. Según las estimaciones del Banco Mundial, se prevé un aumento de aproximadamente el doble de las operaciones aéreas globales, para el 2030; lo que implica importantes retos para un sector cuyos costos son altos y cuya imagen de seguridad y eficiencia es un elemento altamente valorado en el mercado. En el caso de la República Dominicana, país de territorio isleño, con el turismo como factor importante en su economía, resulta imperativo prestar atención al transporte aéreo, el cual, además, resulta en una vía excelente para la exportación de productos perecederos, que se traduce en apoyo a la producción nacional y generación de divisas que incrementan la liquidez de nuestra economía y crean fuentes adicionales de empleos.

La aeronáutica es un área que se ha venido desarrollando y pluralizando de manera más efectiva, a partir de mediados del siglo pasado, en donde las guerras fueron un detonante que motorizó trascendentales avances en el diseño, operación y producción en masa de nuevos modelos de aeronaves que serían utilizados comercialmente para cubrir importantes trayectos, conectar culturas y agilizar los viajes a lugares lejanos. Los referidos avances en el desarrollo aeronáutico se fundamentaron, en gran medida, en el estudio de los conceptos que dieron origen a la aviación, ponderando las ideas y realizaciones de los pioneros de ese sector y, adicionalmente, en lecciones aprendidas a partir de eventos sucedidos en las operaciones, la experiencia acumulada por el personal técnico desde sus diferentes funciones y los resultados logrados en los procesos de implementación de regulaciones y procedimientos de operación.

En la actualidad, con el astronómico crecimiento que ha experimentado el transporte aéreo, el alto nivel del componente tecnológico que implican las operaciones y el cumplimiento requerido de las regulaciones nacionales e internacionales, aplicables a este delicado sistema de transporte, la adecuada formación juega un rol fundamental e impostergable, para el logro de los objetivos de sostenibilidad de los niveles de seguridad en las operaciones.

La formación es un factor que incide de manera directa en el sostenimiento de la industria aeronáutica, mediante la preparación y actualización del personal que actúa en los diferentes roles que son requeridos, tales como: pilotos, controladores aéreos, técnicos de mantenimiento, despachadores de vuelo, técnicos de operaciones, sobrecargos, entre otros; los cuales representan el importantísimo factor humano, cuya participación en los procesos se conoce como Actuación Humana, definida en las regulaciones internacionales, como: Capacidades y limitaciones humanas que repercuten en la seguridad operacional y eficiencia de las operaciones aeronáuticas. (Organización de Aviación Civil Internacional, 2018, págs. 1-1)

La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), organismo de las Naciones Unidas especializado en materia de aviación, creada a partir de la firma, en diciembre de 1944, del Convenio de Aviación Civil Internacional, publica normas y métodos recomendados, aplicables a los Estados miembros, en los cuales resalta la importancia del establecimiento de políticas y mecanismos que garanticen la competencia e idoneidad del personal que interviene en las actividades aeronáuticas. De tal manera lo especifica la regulación cuando establece: Todo Estado contratante que haya expedido una licencia se asegurará de que no se haga uso de las atribuciones otorgadas por esa licencia o por las habilitaciones correspondientes, a menos que el titular mantenga la competencia y cumpla con los requisitos relativos a experiencia reciente que establezca dicho Estado. (Organización de Aviación Civil Internacional, 2018, págs. 1-14)

En atención a lo anterior, cada Estado adopta las normativas aplicables que garanticen el cumplimiento de los parámetros establecidos internacionalmente para los diferentes perfiles que requiere la industria aeronáutica. Sin embargo, existen limitantes que deben ser abordadas para el cumplimiento oportuno de esas tareas. La capacitación aeronáutica es altamente especializada, los requerimientos de aptitud son exigentes y limitativos, además de que la oferta de capacitación es escasa en general. Un aspecto fundamental, en cuanto a la capacitación aeronáutica, lo constituye la estandarización en lo referente a las competencias que debe dominar el personal aeronáutico, independientemente del lugar del mundo en el que reciba la formación y ejerza sus funciones. La característica global de la aviación hace imprescindible que exista una normalización en las competencias, de manera que se puedan homologar las calificaciones de los técnicos y garantizar que el cumplimiento de los estándares internacionales no se vea afectado por el lugar geográfico en el que se presten los servicios.

En procura de lograr la citada estandarización, la Organización de Aviación Civil Internacional, a través de su Oficina de Entrenamiento Global (GAT, por sus siglas en inglés) adoptó, desde el año 2009, la metodología TRAINAIR, la cual evolucionó para convertirse en el programa TRAINAIR PLUS, consistente en una estrategia que normaliza, mediante la aplicación de procedimientos específicos de ponderación, diseño e impartición de la capacitación, la forma en la que se estructuran los planes de estudio de las actividades aeronáuticas a nivel mundial. Entre las principales ventajas de este programa podemos citar el hecho de que ofrece una metodología específica para desarrollar cursos de instrucción de alta calidad, basados en competencias, facilita el uso compartido entre los Estados, de los materiales didácticos normalizados y apoya a los centros de instrucción en el desarrollo de sus capacidades de instrucción con los conocimientos técnicos, recursos y vigilancia de la calidad. De esa manera todos los instructores deben estar debidamente formados y calificados para poder impartir los cursos validados, así como también los centros de instrucción, los cuales son auditados periódicamente y son calificados según su desarrollo y calidad de instrucción servida.

El Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC) creó en 2008, la Academia Superior de Ciencias Aeronáuticas (ASCA), primer centro de formación especializado en instrucción técnica de aviación, primer centro de instrucción TRAINAIR de América y uno de los primeros en certificarse como miembro pleno del Programa TRAINAIR PLUS. Con la fundación y puesta en operación de la ASCA, la aviación dominicana inició un nuevo ciclo en el cual gran parte de los técnicos pertenecientes a la Autoridad de Aviación Civil y otros de la industria de la aviación nacional, pasaron a tener acceso a capacitación de calidad sin tener que viajar fuera del país y cumpliendo con los estándares internacionales de calidad en la instrucción.

 

 

 

La aviación es una industria muy dinámica y dependiente de la investigación y el desarrollo de tecnologías y procedimientos que garanticen la seguridad y sostenibilidad de las operaciones.

 

para su ejecución efectiva, entre ellos el uso de sistemas de simulación y laboratorios técnicos que permitan el desarrollo y verificación de competencias reales que garanticen que el personal aeronáutico podrá accionar de manera efectiva cuando deba aplicar sus conocimientos en situaciones reales. La aviación es un sector poco promovido como entorno laboral y con altos requerimientos en los procesos de reclutamiento en atención a la delicadeza de las tareas involucradas.

Según los datos estadísticos de la Organización de Aviación Civil Internacional, existe un déficit actual y proyectado de personal técnico especializado para atender las demandas que resultan del gran crecimiento de este sistema de transporte. Muchos Estados del mundo se enfrentan con la realidad de que no cuentan con el relevo generacional del personal existente y en numerosos casos no tienen capacidad instalada de instrucción, para aplicar planes locales que les permitan enfrentar esa realidad. Se trata de un problema serio, porque el crecimiento económico que se manifiesta en este mundo cada vez más globalizado, utiliza a la aviación como medio principal de trasporte, por su seguridad, organización y rapidez. Hasta hace alrededor de diez años, República Dominicana no escapaba de esa realidad descrita anteriormente; sin embargo, con la apertura de la ASCA y su certificación como Institución de Educación Superior, acreditada por el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, se dio apertura a varias carreras y cursos técnicos lo cual ha permitido la solución de esas deficiencias y han generado, inclusive, capacidades adicionales de apoyo internacional al contar con técnicos adicionales a los requeridos por el sistema, en el corto plazo.

El grado de madurez alcanzado por la ASCA, organización certificada desde 2011 bajo las normas ISO de Gestión de Calidad, le coloca actualmente como uno de los centros de mayor prestigio a nivel mundial, acreditado por la OACI, en 2015, como Centro Regional de Excelencia en la Formación, ha capacitado a técnicos de más de 20 países, en temas tan complejos como el Control de Tránsito Aéreo, la Gestión de la Seguridad Operacional, el Manejo sin Riesgos de Mercancías Peligrosas, las Operaciones de Búsqueda y Salvamento, entre otros.

La formación de pilotos y técnicos de mantenimiento es una necesidad que debe ser abordada, debido a que las proyecciones muestran que el personal de estas áreas no será suficiente para poder cubrir las necesidades por venir. Internacionalmente, la OACI ha puesto en funcionamiento el programa NGAP (Próxima Generación de Profesionales de la Aviación), una iniciativa que busca, de manera general, la captación, educación, ingreso y retención de nuevos profesionales que se inserten en el ámbito aeronáutico y que puedan sustentar las operaciones proyectadas.

Como aporte a esa iniciativa, de la cual la República Dominicana forma parte, la Academia Superior de Ciencias Aeronáuticas ha implementado diversas iniciativas que promueven la aviación y así atraer a jóvenes y profesionales para que se integren al sector. La realidad es que, en nuestros colegios y escuelas, los estudiantes no reciben información sobre las opciones de carreras aeronáuticas y desconocen la forma de acercarse. Mediante el Programa de Visitas Guiadas que ha desarrollado la ASCA, las personas pueden visitar las facilidades del Complejo Aeronáutico Dominicano y conocer los simuladores de vuelo y de control de tránsito aéreo, las facilidades de control aéreo y las áreas de apoyo técnico, pudiendo así aprender mucho más sobre este interesante mundo de la aviación. En adición al programa de visitas guiadas, se han realizado concursos de fotografías aeronáuticas, diseño de maquetas de aeropuertos dominicanos, visitas a colegios y liceos, entre otras; todo con tal de generar el interés entre los jóvenes y que, entre sus opciones de estudios, consideren también las posibilidades existentes en el sector aviación.

La provisión de capacitación de primer nivel ha requerido de la concertación de acuerdos y vinculación con entidades internacionales, tales como la Academia de la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA Academy), la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), la Academia de Servicios y Estudios para la Navegación Aérea y la Seguridad Aeronáutica (SENASA) y la Corporación Centroamericana de Servicios de Navegación Aérea (COCESNA), organizaciones aliadas que han aportado experiencia y prestigio a algunas de las imparticiones especializadas, para beneficio de los técnicos nacionales y de la región. En toda la zona de Centroamérica, Suramérica y las islas del Caribe, la perspectiva en torno a la formación aeronáutica muestra importantes necesidades de mejora y atención, sobre todo en cuanto a la captación y formación de nuevos profesionales, además de que en muchos casos las autoridades tienen que invertir montos muy cuantiosos para acceder a las capacitaciones requeridas.

Según nuestro análisis, aun si se lograra formar a todo el personal requerido, habría serios problemas con la retención de ese personal en sus puestos de trabajo, debido a que muchos, al contar con las competencias, serán candidatos atractivos para otros Estados, con mejor situación económica que los países de la zona y, en consecuencia, es previsible que habrá casos de fuga de talentos, con miras a mejorar su calidad de vida. Los recursos humanos son el componente más importante de cualquier sistema organizacional y deben contar con las competencias que garanticen la calidad de los servicios prestados. En la aviación, industria en la que los fallos o errores operacionales se traducen en incidentes y accidentes en los que están involucrados vidas y bienes, se han identificado, citando a (Reason, 2009), tres barreras fundamentales para evitar los errores operacionales, a citar: tecnología, regulaciones y entrenamiento. Si reflexionamos sobre este planteamiento, coincidiremos en que la capacitación es transversal a las demás barreras, siendo que si se aplica nueva tecnología se requerirá entrenamiento, al igual que si se actualizan las regulaciones o procedimientos, en cuyo caso también será necesario instruir al respecto.

 

Conclusión

La formación en el sector de la aviación se encuentra ante importantes retos para lograr la creación de capacidad en cuanto a recursos humanos competentes y suficientes, que puedan sustentar el crecimiento proyectado de las operaciones aeronáuticas. La República Dominicana ha jugado un rol proactivo, aunque debe prestar atención a la formación de pilotos y técnicos de mantenimiento de aeronaves. En el ámbito regional, no sólo se debe actuar para la atracción de nuevos recursos humanos para el sector aviación, sino también en la preparación de estrategias de retención del personal y creación de condiciones laborales atractivas que generen motivación y sentido de pertenencia. Los gobiernos y autoridades de aviación civil de los Estados, deben tomar conciencia sobre la importancia de la captación de nuevos profesionales para la aviación y la aplicación de medidas efectivas para la mejora continua en la calidad de la instrucción, lo cual se traducirá en seguridad para las operaciones aéreas actuales y garantía de sostenibilidad en el tiempo, del esquema de negocios del transporte aéreo de sus países, que en muchos casos constituye una pieza clave en sus economías nacionales.

 

Bibliografía

Organización de Aviación Civil Internacional, O. (2018). Licencias al personal. Anexo I. Montreal: OACI. Reason, J. (2009). El Error Humano. Madrid, España: Modus Laborandi.

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