Los hilos económicos de la sociedad dominicana trascienden sus fronteras y se vinculan con una diáspora dinámica, con capital humano que
aporta de forma parcial al desarrollo nacional. Estos hilos pueden fortalecerse y orientar el verdadero potencial de la diáspora hacia la inclusión económica como pilar de la sostenibilidad ambiental, social y económica del modelo de desarrollo actual del país.
La República Dominicana enfrenta el reto que su modelo de crecimiento económico y social sea sostenible. Sus políticas de crecimiento deben velar por la preservación de sus recursos naturales, la disminución de la pobreza y la inclusión económica de sectores sociales con ingresos medios y bajos.
El presente estudio evidencia el potencial de aporte de la población dominicana residente en el exterior (diáspora), para elevar la inclusión productiva.
La diáspora dominicana en Estados Unidos y España tuvo en el 2017 ingresos superiores a los USD$ 54 mil millones de dólares, lo que le permitió vivir en sus países de destino, enviar cerca de dos millones de giros mensuales a sus familiares por USD$ 6 mil millones y ahorrar cerca de USD$ 3 mil millones de dólares. Los datos 2018 de ingresos, ahorro y remesas indican un crecimiento.
El potencial de la diáspora dominicana para aportar a la inclusión productiva se encuentra en su capital social, la capacidad de ahorro y el crédito, que se relaciona de forma directa con una red social que abarca la mitad de los hogares del país.
En los análisis de migración y desarrollo se habla de las remesas como la punta del iceberg. La razón de este término es porque debajo de las remesas como fenómeno visible y medible se encuentran en mayor relevancia los ingresos, los ahorros y el potencial de crédito. Las remesas se invierten en gastos recurrentes, tales como alquiler, alimentación, educación y salud, mientras que su capacidad de inversión es marginal.
Su aporte al desarrollo económico abarca los sectores que proveen bienes y servicios para estos gastos recurrentes de la población.
El potencial más alto de la inversión de la población dominicana en el exterior para orientarlo el desarrollo del país está en su capacidad de ahorro y crédito, el cual es complementario y mucho mayor que el alcance de la utilización de las remesas para estos fines. Esta condición sumada a su oferta de experiencia y calidad de capital humano, se constituyen en el verdadero potencial de inserción a proceso de crecimiento inclusivo de la República Dominicana.
A continuación se presentan los logros y desafíos del crecimiento económico del país, de manera que se comprenda el papel que la diáspora, desarrollando su potencial de ahorro y capacidad de crédito, pueda tener en la sostenibilidad e inclusión productiva, contribuyendo a revertir la desigualdad social:
En el presente estudio con datos oficiales del 2017 se calcula que el 56.8% de la diáspora dominicana en EEUU y España, es decir cerca de 1.071.000 dominicanos con ingresos por 29 mil millones de dólares ahorraron cerca de US$2.800 millones de dólares en ese año. La metodología de estimación del ahorro hecha por OIM RD tomó como referente la encuesta realizada por el BID-FOMIN en 2015.
En el Palacio Presidencial los Ministros de la Presidencia y de Economía, Planificación y Desarrollo presentaron conjuntamente con el Grupo Banco Mundial el documento “Para construir un mejor futuro juntos: Notas de Política para República Dominicana”. Por el carácter actualizado y prospectivo de este análisis, la OIM ha considerado pertinente recoger sus planteamientos principales a manera de contexto económico nacional, en el cual se inserta la reflexión sobre el aporte de la inclusión productiva de la diáspora como valor agregado al desarrollo de República Dominicana.
Las Notas de Política reconocen un crecimiento estelar del país en los últimos 15 años y a la vez evidencian que este no ha sido inclusivo. Para buscar la sostenibilidad de ese crecimiento y hacerlo más inclusivo consideran necesario trabajar en tres temas:
• mayor inclusión productiva
• un gasto público que sea suficiente y efectivo
• mayor resiliencia al cambio climático y mejor manejo de recursos naturales
Hay avances importantes que permiten mostrar 5 logros de desarrollo económico y social:
1. El crecimiento económico de República Dominicana está en el primer puesto de promedio de crecimiento en el periodo 2013-2016 en Latinoamérica y en el segundo lugar del promedio para el periodo 2000-2016.
2. La pobreza ha tenido una reducción sostenida en los últimos 10 años. Las cifras muestran este logro tanto en pobreza extrema como moderada y las mediciones de pobreza multidimensional lo confirman.
3. La niñez tiene mejores oportunidades de desarrollo que hace 10 años, medido a partir del Índice de Oportunidades Humanas.
4. Existen importantes aumentos en la cobertura de servicios y programas, tales como la afiliación al sistema de salud (incremento de población afiliada desde el 2007 en régimen subsidiado y contributivo hasta una cobertura del 68.6% de la población del país), así como en el incremento del número de beneficiarios de Progresando con Solidaridad (programas comer es primero, bonogas hogar, bono escolar estudiando progreso, incentivo a la asistencia escolar y bonoluz).
5. El clima de negocios ha mejorado gracias a reformas regulatorias en los últimos 9 años.
Las Notas de Política, a la vez que reconocen estos importantes logros, evidencian las limitaciones del crecimiento que muestran que este desarrollo no está siendo inclusivo. “En el caso de RD, hay tres características
2 El Índice de Oportunidades Humanas IOH mide oportunidades para la niñez en componentes como contar con 6° a tiempo, matrícula escolar, agua, saneamiento, casa con piso firme y propiedad de activos.
principales que distinguen la economía dominicana y que ayudan a explicar por qué la pobreza no ha disminuido con mayor rapidez a pesar del rápido crecimiento: (i) un mercado laboral que no parece recompensar plenamente a los trabajadores por su productividad creciente; (ii) una economía interna con encadenamientos intersectoriales débiles; y (iii) un sector público que no gasta lo suficiente ni particularmente bien para reducir la pobreza”.
La desigualdad, expresada tanto en pobreza como en la causa de falta de oportunidades, se evidencia así:
1. Muchos países lograron mayores reducciones en pobreza que República Dominicana en los últimos 10 años, incluso con crecimiento más bajo.
2. Las desigualdades existentes entre el desarrollo de las regiones del país persisten e igualmente persisten las desigualdades entre la pobreza a nivel urbano y rural.
3. La mayor parte de la desigualdad de oportunidades tiene su causa en el área de residencia (26%), el ingreso familiar (21%) y la educación de los padres (36%).
Como se ha mencionado, para comprender las razones por las cuales se plantea que el crecimiento económico de República Dominicana no es inclusivo ni sostenible, se consideran tres aspectos: la inclusión productiva es baja, el recaudo tributario es bajo y tiene un manejo ambiental que requiere cambios. En mayor detalle estos tres aspectos se explican a continuación:
• La participación laboral es una cuestión de género. La tasa de participación laboral por sexo desde el 2000 al 2014 muestra que en los hombres es cercana al 80%, mientras que en las mujeres está ha crecido sin pasar del 52%.
• Los sectores que más contribuyen al crecimiento no son los que más contribuyen al empleo. La contribución al crecimiento del valor agregado y el empleo entre 2006 y 2015 muestran que:
° Los 10 sectores que por orden de mayor a menor aportan al crecimiento son la construcción, el transporte y comunicaciones, la manifactura, el comercio, otros servicios, la intermediación financiera, inmobiliarias, hoteles y restaurantes, agricultura y enseñanza.
° El orden de estos sectores en cuanto a generación de empleo es comercio, enseñanza, otros servicios, inmobiliarias, construcción, transportes y comunicaciones, la administración pública (puesto 13 en contribución al crecimiento) y agricultura. El sector manufacturero que tiene el tercer lugar en aporte al crecimiento se ubica en el último lugar en generación de empleo.
• Los encadenamientos productivos son débiles. Al comparar los insumos comprados en el mercado local por parte de las empresas de inversión extranjera directa, la República Dominicana se ubica por debajo de México, Honduras, Costa Rica, Nicaragua y Guatemala.
• El recaudo tributario es bajo comparado con los demás países de Latinoamérica y más aun con las economías de mayor tamaño en la región. Se encuentra cerca del 12% del PIB y priman los impuestos indirectos.
El gasto público en salud está por debajo de la media de Latinoamérica, como del promedio de los países de ingreso medio alto (categoría en la
cual se ubica a la República Dominicana).
• El gasto público es progresivo pero el efecto redistributivo es bajo. Este tipo de situaciones se presentan cuando falta focalización en los sectores
sociales que requieren prioridad en el gasto.
Evidencias de la baja resiliencia al cambio climático manejo de recursos naturales
• Es uno de los países más afectados por el cambio climático. Se ubica en el puesto 11 del ranking mundial considerando el índice de riesgo climático
en su clasificación 1995-2015. En la región solo muestran mayor riesgo Honduras, Haití, Nicaragua y Guatemala. Igualmente tiene el grado más alto en el número de niveles de riesgo ante el impacto neto de riesgo ante ciclón tropical.
• Hay una alta degradación de tierras y déficit hídrico. Los datos más significativos muestran que un 20% del territorio nacional está afectado por degradación y la sequía. Un 70% está potencialmente amenazado por fenómenos de degradación ambiental, como la erosión y la desertificación.
Se proyectan tensiones hídricas en Yaque Norte y escasez crónica en Ozama-Nizao a partir de 2020.
Las orientaciones de política del estudio entre el Gobierno Dominicano y el Grupo Banco Mundial:
Como parte de este trabajo conjunto entre el Gobierno de República Dominicana y el Grupo del Banco Mundial, estableció unas orientaciones de política que permitan mayor inclusión productiva, hacer más eficiente el gasto público y que el país cuente con una mayor resiliencia y mejor manejo de los recursos naturales.
El objetivo de estas orientaciones de política es el crecimiento sostenible e inclusivo del desarrollo económico y social de la República Dominicana.
De estas orientaciones, la mayor inclusión productiva es el aspecto en el que la diáspora dominicana puede tener un papel significativo. En este aspecto es adecuado promover el vínculo entre migración y desarrollo para el país. En principio hay tres componentes para
una mayor inclusión productiva:
Para efectos de los análisis de la diáspora en este estudio, se focaliza el análisis en la población dominicana establecida en Estados Unidos y España, la cual con 1.8 millones de personas, puede representar al menos el 90% de los migrantes dominicanos. La tendencia de la emigración se ha mantenido creciente en los últimos 15 años.
Las mujeres representan entre el 58% (Estados Unidos) y 61% (España) de la diáspora. Este es un factor relevante para una política de inclusión económica en donde su capital humano es determinante. Otro aspecto a considerar es que la mayoría de la población se encuentra en edad económicamente activa, a la vez que su condición migratoria se caracteriza por ser regular en la gran mayoría de casos, lo que los integra en el ámbito
laboral en los países de destino.
Con respecto a Estado Unidos, considerando los datos proyectados por la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense de 2014 realizado por el Buró de Censo de Estados Unidos en 2016, la cifra de la población nacida en República Dominicana radicada en Estados Unidos corresponde a 942,123 personas y la población total de origen dominicano a 1,664,640. El dato inmediatamente anterior que se conocía de un censo de Estados Unidos era del 2010, en el cual no se diferenció entre la población nacida en República Dominicana y la de origen dominicano, estimado la diáspora dominicana a 2010 en 1.414.703 personas.
Con respecto al estatus de residencia, 402,321 personas dominicanas obtuvieron residencia permanente en los Estados Unidos de América entre 2005 y 2014. Una vez obtenida la tarjeta verde de residencia, quedan facultadas para insertarse en el mercado laboral.
Un dato importante corresponde a las naturalizaciones de dominicanos en Estados Unidos, con lo cual tiene acceso a una curva importante de adquisición de capital humano por formación y experiencia en temas productivos.
Un tema importante sobre la diáspora dominicana en Estados Unidos consiste en su integración en la economía del país. La experiencia de esta población muestra su capital humano, de manera que puede sumarse a las prioridades de inversión de país en emprendimientos sociales y productivos.
Como se ha mencionado, la mayoría de la diáspora dominicana está conformada por mujeres. Desde una perspectiva de género en el ámbito laboral, las mujeres se ubican en ocupaciones de servicios (43.2%), seguidas de ventas y trabajos de oficina (24.7%), mientras que los hombres están incorporados en actividades de producción, transporte, y movimiento de materiales (28.7%), ocupaciones de servicios (22.8%) así como construcción y mantenimiento (16.8%).
Para el año 2015, se proyectaba la población dominicana en España en 161,232 personas, de las cuales el 61% eran mujeres. Entre esta población, 88,677 personas dominicanas habían adquirido la nacionalidad española (INE-España, 2016). Por su parte, el volumen actual de la población dominicana con residencia autorizada, estimado en 63,733 personas a mediados de 2015, muestra un incremento respecto a los niveles registrados al inicio de la última década (50,765 en 2005). La migración laboral dominicana a España se refleja en más de 90 permisos de trabajo otorgados en los años recientes La población dominicana en España en su gran mayoría tiene un estatus migratorio regular y cuentan con tarjeta de registro o tarjeta de residencia, lo cual les brinda acceso al ámbito laboral y al sistema financiero, entre otras formas de inclusión.
Las personas que obtuvieron residencia en España durante los últimos años lo hicieron por la vía de reunificación familiar, frente a un número cada vez menor que lo hizo a través de contratos de trabajo. La disminución de estos flujos ha sido vinculada a los efectos de la crisis económica mundial de 2007-2009.
Con respecto al origen de las remesas desde Estados Unidos, España, estás representan el 87% del total de los recursos que ingresan al país por este concepto. Dado que las remesas del 2017 fueron de US$5.962 millones de dólares, el 87% enviado desde estos dos países es aproximadamente
US$5.187 millones de dólares. La proyección del 2018 con base en el incremento de los dos primeros meses indica que serán superiores tanto en el monto total, como en el promedio de cada envío. Así como la mayoría de la diáspora dominicana corresponde a mujeres, una situación similar se presenta en la recepción de las remesas. Si bien la mayoría de las personas receptoras, la tendencia es hacia una paridad entre hombres y mujeres. Mientras en el 2015 el 60.5% de las remesas llegaban a mujeres, en 2017 bajó al 55.8% y el 2018 ha iniciado con un 53.9%. El uso de las remesas
se orienta a gastos recurrentes del hogar.
Con respecto a la recepción de estas remesas en una perspectiva de las diferentes provincias, un poco más de la mitad de las remesas llegan al Distrito Nacional, Santiago y Santo Domingo, mientras que el otro 42% se recibe en el resto del país.
Las remesas muestran un comportamiento diferente dependiendo del país de origen. De las 23.505.205 de transacciones que se realizaron para enviar US$ 6.962 millones de dólares por remesas en el 2017, de las cuales cerca de 18.2 millones de transacciones se realizan desde EEUU.
Se evidencia que el monto por remesa proveniente de EEUU tiene un leve incremento en los últimos años y supera los US$217 por envío, mientras que el monto de la remesa proveniente de España asciende a US$304.4 en 2017 y ha iniciado el 2018 con un promedio de US$375.9,
monto cercano al promedio más alto recibido desde España que se presentó en el 2011.
Las remesas como punta del iceberg son útiles para mostrar:
a. El ingreso anual promedio las personas dominicanas en el exterior que envía remeses, se estima en 9 a 10 veces más que el monto de lo enviado.
El monto anual de las remesas mantiene un crecimiento sostenido, y se espera por la tendencia de incremento de inicio de 2018 que por primera vez la barrera se pase de los US$ 6 mil millones de dólares en el 2018. Por lo tanto los ingresos de la diáspora dominicana se estima en US$ 54 mil millones de dólares.
b. La diáspora dominicana está concentrada en pocos países y desde allí se remiten la mayoría de las remesas. En los dos países analizados (Estados Unidos y España), se concentra el 87% de los recursos que ingresan al país por remesas.
c. La red social de diáspora y hogares en República Dominicana durante el 2017 es de más de 1.959.600 personas receptoras de remesas cada mes. La cifra es considerable si se tiene en cuenta que la República Dominicana no llega a los tres millones de hogares. De otra parte, predominan en su recepción las mujeres y son tres las regiones del país en este vínculo: °° Cerca de 1.9 millones de personas que reciben remesas y es factible considerar que van dirigidas a familias. Esto representa una cifra cercana a la mitad de hogares población del país.
De estas transacciones, 18.2 millones se realizan desde EEUU, y 2.2 millones desde España. °° El 53.9% de las remesas son recibidas por mujeres. Este factor sumado al monto promedio de la remesa, son factores determinantes en el uso en gasto recurrente hacia el hogar, relacionado con la intención de quien envía la remesa.
° Un poco más de la mitad de las remesas que llegan al país, el 58%, se reciben en el Distrito Nacional, Santo Domingo y Santiago. Aspecto a considerar en cuanto a la factibilidad para orientar proyectos productivos y vivienda orientada a la participación activa de la diáspora dominicana.
Las decisiones de la población dominicana en el exterior para invertir en República Dominicana tanto en emprendimientos productivos, pequeñas y medianas empresas, así como vivienda u otras inversiones inmobiliarias se toman teniendo en cuenta sus ingresos, capacidad de ahorro, acceso a financiamiento, información sobre la inversión y su sostenibilidad.
En este sentido es importante reiterar que no es sobre las remesas, sino basados en el capital humano de las mujeres y los hombres que han adquirido conocimiento y laboran, sus ingresos, capacidad de ahorro y crédito, que se debe analizar el potencial de vinculación de la diáspora dominicana al sector productivo.
No son las remesas, sino este conjunto el que contienen el potencial para la inclusión productiva de sectores de ingresos bajos y medios vinculados a través de la red de migración y desarrollo con más de 1.9 millones de hogares al modelo de crecimiento económico del país.
Como se ha planteado, las remesas como punta del iceberg son útiles para identificar algunos factores claves en el flujo de dineros de la diáspora hacia sus familiares en República Dominicana y estimar información que hay bajo las cifras visibles de las remesas, en cuanto a ingresos, ahorro y crédito.
Para estimar los ingresos de la diáspora dominicana, un método simple es calcular en 9 a 10 veces el monto de las remesas. Con lo cual los ingresos del 2018 estarían cerca de los US$ 54 mil millones de dólares.
Ahora bien, para un análisis más preciso se cuenta con información de 2012, que proyectada a 2018 confirma la estimación de US$54 millones de dólares anuales. Uno de los estudios especializados con fuerte respaldo institucional corresponde al realizado para el caso de la diáspora dominicana en Estados Unidos, realizado por el CEMLA – BID – FOMIN en 20124. Estas instituciones plantean el ingreso de la mayoría (mediana de ingreso) de los hombres dominicanos para tiempo completo en US$29.807 al año, es decir, US$ 2.484 al mes. Mientras que el ingreso de las mujeres dominicanas es de US$ 24.931 anuales, para un promedio mensual de US$ 2.078.
Ahora bien, el estudio también evidencia que hay un grupo de la población dominicana en Estados Unidos con ingresos más altos que la media de la mayoría, lo que hace que el promedio se eleve hasta US$ 37.068 y para las mujeres a US$ 31.793 anuales.
Los ingresos de la población dominicana residente en España son superiores a los de Estados Unidos. Por esta razón en los primeros meses de 2018 la remesa desde España llega a los US$375.9 por giro, mientras la proveniente de EEUU es de US$217.7. Para efectos del análisis y estimaciones financieras de los dos países, es posible asumir el ingreso de Estados Unidos como el monto de ingreso de referencia de la diáspora.
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